Cuando llegó vimos que era un corderito de lo más adorable. Tenía algo de lana chamuscada y sus pezuñas llenas de hollín por los incendios. Tristemente sus compañeros, su madre y sus hermanos habían muerto calcinados y aunque él tuvo la gran fortuna de salvarse de los incendios su final hubiera sido muy trágico también, y es que los corderos como Teddy son vendidos como carne cuando apenas tienen dos meses de edad.
En este tiempo Teddy ha tenido algunos problemas de salud y se sofoca mucho cuando hace ejercicio, pero siempre estamos atentas a él y sus necesidades.
Recientemente ha estado hospitalizado, y es que le hemos tenido que extirpar una masa de uno de sus pies delanteros. Ahora se recupera con todo el amor de su gran familia para que pronto pueda reunirse con el grupo grande de ovejas, donde él vive su vida feliz.