Luvi llegó el 4 de junio de 2018 con dos días de vida. Venía de un pueblo de Soria. Lo habían dejado abandonado en el campo y una pareja lo encontró mientras paseaban con sus perros.
Como a tantos otros bebés, tuvo a Edu de papá, compartido con su hermana Silvia, que llegaba un día después. Ella apareció en la zona de Ensanche de Alcalá de Henares y aún tenía la placenta colgando. Ambos tuvieron mucha diarrea los primeros días, porque no le habían dado la alimentación adecuada y eso siempre es un riesgo para bebés tan vulnerables como ellos.
Como a tantos otros bebés, tuvo a Edu de papá, compartido con su hermana Silvia, que llegaba un día después. Ella apareció en la zona de Ensanche de Alcalá de Henares y aún tenía la placenta colgando. Ambos tuvieron mucha diarrea los primeros días, porque no le habían dado la alimentación adecuada y eso siempre es un riesgo para bebés tan vulnerables como ellos.
Luvi siempre ha sido muy cariñoso. Es de esos corderos que les encanta que les rasquen la espalda como a los perros, lo cual no suele ser habitual en las ovejas. Es muy curioso y algo miedoso e inocente.
Con el paso del tiempo Luvi se ha hecho más independiente, pero sigue siendo igual de cariñoso. Le encanta que le hagan caso y que le rasquen mucho. A todas horas. Y a nosotros, que nos encanta darle todo ese cariño, nos encanta que él sea tan amoroso a pesar de ser ya todo un señor ovejo.