Rosita es hija de Iraultza, una cabra completamente ciega que rescatamos perdida y embarazada en Brunete, Madrid, después de que la policía nos diera el aviso. Rosita ha tenido la gran fortuna de nacer en Fundación Santuario Vegan y no ha conocido nada malo del mundo.
Ha heredado el carácter de su madre, que es muy miedosa debido a la explotación y el maltrato que sufrió como cabra lechera, y aunque Rosita no tiene miedo siempre mantiene la distancia de sus cuidadoras y cuidadores.
Desde que Rosita nació en el Santuario, el día después de Reyes de 2017, han permanecido siempre juntas. Rosita hace de lazarillo de Iraultza, donde ella va su madre va detrás, siempre decimos que Rosita es sus ojos.
Las dos podrán permanecer juntas toda su vida. Iraultza vivió muchos años en una granja lechera, donde los cabritos son retirados de sus madres con días de vida para poder ordeñarlas la leche y destinarla al consumo humano. Esta es la primera vez que Iraultza ha podido criar a uno de sus hijos y permanecer junto a ella, porque los lazos familiares que mantienen muchas veces se perpetúan toda su vida.