El lunes 8 de mayo recibíamos un aviso de un vecino de Villamanta, en Madrid, con varias fotos de un caballo en muy mal estado. Tal era la urgencia que el martes Laura iba a la ubicación que nos pasaron para intentar ver a ese caballo. Al llegar allí claramente identificamos un caso de vida o muerte, y es que literalmente se estaba muriendo. Laura se presenció en la guardia civil del Municipio e interpusimos la correspondiente denuncia por escrito, en la que pedíamos que se investigara la situación del caballo y les pedíamos que dada la gravedad pudiera ser trasladado a Santuario Vegan lo antes posible, y es que era un caso de urgencia vital.
Tres días después nos llamaban de la guardia civil para comunicarnos que podíamos ir a buscarla y fuimos emocionados a por Princesa. Cuando nos acercamos a ella nos dimos cuenta que desde hace años nadie la tocaba. Ni la cuidaba. No confiaba en las personas. Se bloqueaba con el acercamiento y extrañada de nuestras caricias.
Cuando Princesa llegó a Santuario Vegan estábamos todos muy emocionados y ella un poco sobrepasada de estímulos. Ahora mismo nos preocupa su estado salud y no haber llegado demasiado tarde. Hay muchas cosas preocupantes en ella: la más evidente, su estado de desnutrición extremo.
Queremos agradecer al vecino que nos dio el aviso (quien le llevaba garrafas de agua para que pudiera al menos hidratarse) y a la policía y a la guardia civil de Villamanta, por preocuparse de su situación y enseguida contactarnos para buscar la mejor solución para ella.