A Luna la rescatamos el 21 de junio de 2018.
Nos pidieron ayuda para ella, porque no podían costear su tratamiento veterinario, sin embargo sospechamos que debido a la avanzada edad de Luna no querían hacerse cargo de ella ni que supusiera gastos. Luna vivía junto a otros caballos en una finca de San Martin de Valdeiglesias, en Madrid. Escapando de la finca para poder reunirse con los otros caballos se seccionó parte de su pierna, quedando el casco prácticamente colgando.
Cuando llegamos el escenario era dantesco, porque las atenciones que recibía Luna eran solo un poco de crema y un vendaje improvisado. Nos llevamos a Luna de allí como pudimos porque apenas podía andar y la trasladamos al hospital de caballos de la UAX dónde al día siguiente fue sometida a una complicada cirugía: tenía seccionados varios tendones y no sabíamos si iba a poder vivir y recuperarse.
Luna estuvo más de un mes hospitalizada y necesitó seis meses de estricto reposo en el refugio para asegurarnos que podría volver a caminar. Y tanto esfuerzo por salvar su vida dio sus frutos, porque el día que le retiraron la escayola Luna era capaz de aguantar el peso sobre esa pierna y poco a poco fue ganando fuerza y musculatura. El día que la dejamos con otros caballos no podíamos creerlo: estaba completamente recuperada y por fin, corriendo en libertad.
DEP Luna ????
En la madrugada del 17 de junio de 2023, Luna fallecía en brazos de Laura.
Luna padecía piroplasmosis equina, una enfermedad que transmite la garrapata y que es un parásito que parasita los glóbulos rojos, destruyéndolos.
Le ha provocado una anemia tan brutal que la analítica reflejaba unos valores prácticamente incompatibles con la vida. Llevaba casi tres semanas realmente malas y ayer por la tarde todo hacía sospechar que estaba en sus últimas horas, ya rendida. No funcionó nada en ella, ni el tratamiento para combatirlo, ni la transfusión de sangre, ni la transfusión de plasma, ni todos los cuidados, el amor y el cariño pudo retenerla más.
Luna era una yegua anciana. Tenía 23 años, pero podía vivir muchos más. Vivió explotada toda su vida, y merecía todos los esfuerzos por prolongar más la vida feliz que le correspondía: Una vida de cuidados junto a otros caballos de los que nadie le separaría, como de su mejor amiga Azahara, de quien se hizo inseparable hasta su último día. Ella ha vivido cinco años de la vida que todo animal merece y deseábamos que pudiera vivir mucho más, pero no ha podido ser.
Lunita preciosa. Tu familia y tus madrinas te quieren mucho y te vamos a echar muchísimo de menos. Te llevaremos siempre en nuestro corazón y en nuestro recuerdo como esa yegüita anciana simpática y adorable.
Hasta siempre amada Luna ????