Haryana fue rescatada con doce años cuando la iban a mandar al matadero por vieja. Ella había vivido encadenada toda su vida en una cuadra a oscuras junto a Ivana, pero ambas no podían ni verse ni tocarse. Haryana pertenece a una raza de vacas que son explotadas por su carne, cada año la preñaban y llevaban a su ternero al matadero. Una vecina logró convencer al ganadero para que al menos al final de sus días tuvieran una vida digna. Llegaron al santuario el seis de enero de 2017, ese fue su regalo de Reyes, una nueva vida.
El traslado para ellas fue muy estresante porque habían permanecido años atadas y a oscuras. Tuvieron que vendarles los ojos para poder subirlas al camión y cuando llegaron a Santuario Vegan necesitaron una larga adaptación.
La primera vez que comprobaron que podían desplazarse en libertad empezaron a correr torpemente, sus piernas les fallaban. En este recorrido y debido a la emoción rompieron varias vallas.
Desde ese día pocas cosas han cambiado, aunque son dos ancianas siguen siendo igual de entusiastas que un joven ternero y se emocionan y corren con facilidad y pasan horas tumbadas al sol, lo que nunca pudieron disfrutar durante doce años de su vida.