Rosita es una de las gallinas más abuelas de nuestro refugio.
Fue rescatada en 2015 cuando la policía decomisó una caja llena de pollitos que eran vendidos como mercancía en la calle.
Ella tiene algunos problemas de salud crónicos , ya que tiene un hígado que a veces da problemas y ha tenido que ser hospitalizada varias veces por ello. También lleva un implante de castración química para no poner huevos ya que es la principal causa de enfermedad y muerte en gallinas ponedoras como ella.