A Elsa la encontraron abandonada en un barranco, con unas heridas terribles en sus extremidades que le impedían moverse. Aunque su destino parecía ser morir allí olvidada tras días de sufrimiento, tuvo la inmensa fortuna de ser rescatada y la trajeron a nuestro Hospital, la UAX, y allí la dejamos hospitalizada.
Elsa estaba embarazada cuando la rescatamos, pero al día siguiente sus bebés, a quienes les faltaba una semana para nacer, murieron por el gran estrés que sufrió su madre.
Elsa estuvo varias semanas en el Hospital hasta que consiguieron controlar las infecciones. Allí se volvió cariñosa al principio, pero empezó a volverse más tímida a medida que podía caminar.
Cuando Elsa vino al Santuario tardó muy poco tiempo en hacer muchísimas amigas, especialmente Iván, un cordero que habíamos rescatado en el mismo período. Congeniaron muy bien porque Elsa, aunque parecía adulta, era muy joven cuando llegó.
Ahora está completamente recuperada y es inmensamente feliz con su familia de ovejas en Fundación Santuario Vegan.