Este bebé inocente es Álamo.
Su historia se repite en toda la ganadería extensiva. Álamo perdió a su madre el mismo día en que nació, el 9 de septiembre de 2023. Falleció a pocos metros de él en el cauce de un río.
Alguien lo vio y dio aviso de inmediato a las autoridades, y estas le respondieron que lo dejaran allí. Pidieron, como es habitual, que se condene la vida de bebés como Álamo, a la muerte por ser bovinos. Y da igual la sensibilidad cada vez mayor hacia los animales, así como el hecho innegable de que muchísimas personas ya no miran hacia otro lado con animales considerados de producción, porque hoy en día las leyes siguen siendo injustas para ellos: sacrificios a animales sin identificar. Condena a muerte a quien no puede sobrevivir en el campo.
Por suerte para Álamo esas personas no se quedaron indiferentes y han estado cuidando de él todo un mes, muy preocupados por su situación (la misma que puede condenarle a muerte) y por su futuro. Le han buscado un futuro esperanzador donde Álamo sea querido y viva una vida plena hasta su vejez, que pueda morir de anciano, como todos los animales merecen.
A pesar de la situación actual del Santuario no podíamos fallar a Álamo, así que ahora nos organizaremos como sea para mantener su vida a salvo, que es lo importante.