Marino es uno de los primeros cerdos que rescatamos en Abril de 2012.
Es uno de los cerdos más ancianos del refugio ya que cuando llegó hasta aquí ya tenía cinco años. Ahora con la edad ve muy poco y ha perdido oído y vive junto con Ricki, un cerdo paralítico en un parque adaptado a sus necesidades.
Marino llegó hasta aquí tras una historía terrible. Vivía al lado de las vías de un tren en Zaragoza y los cazadores iban regularmente a intentar darle caza, algo legal en nuestro país. Cuando llegó lo primero que hizo Marino fue enterrarse en una enorme cama de paja. Nunca había podido disfrutar de una cama, o de la fruta y verdura o las caricias.
Ahora es un abuelito y le gusta la vida tranquila y pasa la mayor parte del tiempo, como muchos abuelitos durmiendo.