Rescatamos a Elena junto a otras cuatro vacas y un ternero de la granja donde las maltrataban en Boiro, Galicia. Ella permanecía atada sin apenas poder moverse, sin recibir alimento y viviendo encima de sus propias heces y orines.
Eleno llegó a Santuario Vegan extremadamente delgada y con muchos problemas de movilidad. Debido a permanecer atada desarrolló una fuerte artritis en una de sus manos y en ocasiones no podía levantarse o apenas podía andar. Aunque temimos porque el problema fuera grave gracias al tratamiento, pero sobre todo a la libertad de movimiento, poder tomar el sol y llevar una vida lo más natural posible Elena ha recuperado gran parte de su movilidad, y hoy en día apenas se le nota la artrosis.
Elena es una vaca muy tranquila y paciente. Ella es la más grande de todas las vacas de Santuario Vegan, es muy sociable y adora el heno, ha engordado decenas de kilos desde que llegó y tumbarse al sol junto a sus compañeras.