Paz apareció abandonada en un solar de un pueblo cercano. El ayuntamiento nos contactó tras comprobar que alguien la había dejado allí hacía dos días y nadie había vuelto a por ella.
Paz es una cabra mayor que ha conocido la mala vida. Desde que llegó está muy agradecida de tener comida accesible todo el día y una familia de cabras con la que sentirse querida.
Aquí podrá tener la tranquilidad y los cuidados que todos merecemos en último tercio de vida.