Evaristo fue el premio vivo en un sorteo de San Antón. El regalo del premio era un cabrito vivo para matar. Por suerte las personas que recibieron el premio no tenían ninguna intención de comerse a Evaristo y buscaron un lugar mejor donde Evaristo fuera a ser cuidado junto a otras cabras el resto de su vida.
Evaristo es una cabra muy expresiva y cariñosa. A pesar de su pequeño tamaño es el líder de su grupo de cabras y al que le gusta acaparar todas las atenciones, y cuando no las recibe te da con la mano como si fuera un perro para que le rasques.