Anita es una cerda de raza Petrain a la que engordaban para autoconsumo. Anita vivía en una pocilga pequeña de cemento sin posibilidad de interactuar con otros de su especie ni con los humanos. Era tanta la frustración de Anita que consiguió escaparse de allí. La encontraron en la calle de la Cañada Real , Madrid y tras el aviso a la policía una protectora local decidió ponerla a salvo cuanto antes.
Cuando Anita llegó al santuario estaba entusiasmada. No parece de hablarle a Laura, de jugar con ella y de tirarse a que le rascaran la barriga. Anita es una de las cerdas más inteligentes y cariñosas del refugio. Tras la cuarentena debido a un problema de piel y parásitos que sufría, y tras esterilizarla y comprobar que su salud era buena pudo salir a conocer al resto de cerdos. Anita no paraba de correr y de saludar a unos y otros.
Carlota llegó un mes y medio después que Anita, y aunque al principio Anita se comportaba con celos y desconfianza pronto hicieron una relación de amistad inquebrantable. Anita y Carlota son hermanas inseparables, porque en el santuario no importa que seas hermano de sangre sino que encuentres a tus seres queridos en la nueva vida que se abre tras un rescate. Amistades que durarán toda la vida.