Mo vino del rescate de Navarrete en marzo de 2016.
Fue un caso terrible de un ganadero que cerró una granja de 200 ovejas con todas dentro. Y se fue dejándolas morir de hambre y sed, sin lugar a escapatoria.
Un mes y medio después, cuando los vecinos consiguieron que acudiese el Seprona, encontraron muertas a más de la mitad. Habían muerto de hambre y de infección. Los cadáveres se amontonaban sobre los bebederos de agua automáticos y el agua estaba putrefacta. No había comida y los corderos que habían nacido esos días no podían mamar porque sus madres estaban con mastitis o muertas.
De las 90 supervivientes, 15 vinieron de urgencia al Santuario esa misma noche. Eran bebés y estaban en un estado de salud crítico. De hecho uno murió en el último bache, un metro antes de cruzar la puerta del Santuario.
Mo era del primer viaje, que traía 7, y estaban tan enfermos que montamos una especie de “hospital de campaña” con suero, calefacción, medicamentos y varias personas pendientes de ellos por lo crítico de su salud.
Mo estuvo muy grave de los pulmones. Aparte de su extrema debilidad, tenía muy mal la respiración. Junto a Me, eran los que al principio parecían estar peor. Pero Mo era muy fuerte y tenía unas inmensas ganas de vivir.
Había nacido en un lugar parecido al mismo infierno, y había sobrevivido sin apenas alimentarse.
Cuando empezó a mejorar, a correr y a jugar, no nos lo podíamos creer.
Hoy Mo y sus compañeros, los que consiguieron sobrevivir (murieron dos más de los 15, Flor y Floppy), son felices con el grupo grande de ovejas.
Mo es el único de sus compañeros que tiene unos enormes cuernos y es de los más mimosos y cercanos. Y aunque tiene otros problemas de salud, un problema autoinmune, que desarrolla una especie de masa en la nariz que le provoca mocos y sangrado y que le provoca a veces mucha fatiga por no poder respirar adecuadamente, él lleva una vida plena y feliz, gracias a la atención, los cuidados y al tratamiento específico para su problema.
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DESCANSA EN PAZ, MO ???? (15.03.2016 – 05.05.2024)
Hemos tenido que ayudar a partir a Mo, unos de los habitantes más querido de todo el Santuario.
Hace casi 8 meses le tuvieron que operar para hacerle una traqueostomía porque no podía respirar. Y la superó.
Porque Mo era así, un verdadero luchador.
En 2019 le diagnosticaron un tumor inoperable en la zona de la nariz. Y durante años estuvo viviendo sin muchas complicaciones gracias a los cuidados especiales que le dábamos.
Estuvo apartado con Barry y Malcolm los últimos dos años y el verano pasado empeoró. Ya no podía respirar y le hicimos la traqueostomía. Y fue muy bien. Mo podía seguir y disfrutar junto a sus amigos. Era un gran luchador y quería exprimir su segunda oportunidad hasta el final.
Le ayudamos cada día a que pudiese hacerlo, y lo hicimos con todo el amor del que disponíamos.
Pero el tumor reaccionó con mucha agresividad. Hemos peleado a su lado estos meses. Ese tiempo se lo ha ganado a la vida. Pero ayer ya no quería seguir y le ayudamos a partir.
Mo ha sido alguien tan especial… puro amor, puro cariño. Pura bondad. Un bebé al que condenaron a la muerte más miserable, pero que nos encontró. Y juntos salimos adelante.
Mo, tus cuidadoras te amaban, lo sabes. Y no te van a olvidar. Nadie te va a olvidar.
Y nos volveremos a ver, prometido ????????