Esther es una de las cabritas más jóvenes de Fundación Santuario Vegan.
Fuimos a por ella a un pueblo de Salamanca el 5 de diciembre de 2021. Tenía aproximadamente un año de vida y había sido un claro caso de abandono ya que Esther era súper mimosa y sociable. Una vecina del pueblo nos alertó de una cabrita vagando por las calles, sola y fuimos a por ella.
Probablemente Esther fue recogida por alguien que le dio un hogar mientras fue bebé pero que una vez que crecen, y ven que una casa típica no es el mejor sitio para la convivencia con una cabrita adulta, los dejan a su suerte en algún descampado o en el monte, pero lo que no saben es que estas cabritas (al igual que el resto de animales) cuando están acostumbrados a un hogar no se adaptan a lo que se supone que sería su «hábitat natural». Además, las cabras como muchas otras especies, son animales sociales, que viven en comunidad y cuando están solas muchas veces enferman de pura tristeza.
Hoy Esther vive feliz con su familia multiespecie aquí, en Fundación Santuario Vegan. Comparte dormitorio con la tierna Angie, otra cabrita como ella pero mucho más mayor, y que sin duda hacen una pareja de cabritas de lo más entrañable. Esther le ha dado mucha vida a la abuelita Angie y es precioso verlas jugar juntas, pelearse de manera cariñosa por coger las mejores hojas frescas de los árboles o de las manos de sus cuidadoras o verles tumbados las tardes al sol.
Esther tiene tan solo una madrina, que vio en ella su ternura y su luz, pero le haría muchísima ilusión tener alguna madrina más y crear ese vínculo, ese hilo invisible de amor que une a una madrina con su ahijado o ahijada, y saber que aparte de la gente que trabajamos en el refugio hay alguien más, ahí fuera, que vela por su bienestar.
Ayúdanos a darle la mejor vida a salvo a Esther.💚