¡Fresno dejándose querer es de lo más lindo del mundo!
Fresno nunca pide las caricias porque pasó 30 años sin recibir una, y viendo como le dejaron la espalda os podéis hacer una idea del trato que le daban.
Pero le encanta que se las den y las disfruta. Para él ha sido un gran descubrimiento que ha llegado en su fase final de vida (que esperamos que dure muchos años).
Porque nunca es tarde para un animal explotado y pueden recibir una segunda oportunidad si tienen la suerte de ser rescatados a tiempo.
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La fundación Santuario Vegan es un centro de rescate y recuperación de animales considerados de granja, víctimas de la explotación ganadera, abandono o maltrato.
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