Hemos encontrado una forma de motivar a nuestra abuelita a comer, y es ¡dejar a Sandra junto a ella!
Ha sido muy bonito ver a dos animales con necesidades especiales, una que apenas acaba de llegar al mundo y la otra que lleva detrás una larga vida de explotación, y unos años también de vida a salvo en el Santuario.
El destino de Sandra es llegar a la edad de Lagertha y disfrutar de una vida feliz.
Y a Lagertha la compañía de una joven tan llena de vida y esperanza le va a venir bien, aunque sea para que sus últimos días puedan estar llenos de esa luz tan bonita que tienen los bebés.
Abuelita querida, Lagertha llénate de paz y cariño y cuenta con todas las cuidadoras y voluntarias cada vez que necesites ayuda.
Te queremos.