
La carita de Flor cuando le cambiamos los vendajes es de una ternura indescriptible.
Flor nació con un problema que le provocó laxitud en todas sus articulaciones, lo que provocaba que sus extremidades se abriesen hacia los lados y apenas pudiese caminar.
Su querido Napoleón le dio las fuerzas que necesitaba para superar su enfermedad.
Aprendió a caminar gateando y ahora, gracias a muchas horas de cuidados y rehabilitación, puede llevar una vida de oveja con otros habitantes con necesidades especiales como ella.
Al gatear apoya sobre sus “codos”, y para que no se ulcere demasiado siempre lleva vendajes que cambiamos continuamente.
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La fundación Santuario Vegan es un centro de rescate y recuperación de animales considerados de granja, víctimas de la explotación ganadera, abandono o maltrato.
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