Rita pidiendo mimos es irresistible.
Es una anciana y lleva desde abril de 2013 en Fundación Santuario Vegan. Llegó de una terrible situación de abuso y explotación en Labastida, Álava. Un ganadero tenía animales en tan malas condiciones que hubo un decomiso. A Rita la utilizaban para criar pequeños burros y enviarlos al matadero.
Rita tardó meses en confiar en nosotros y desde entonces no ha dejado de buscar el cariño que nunca recibió por parte humana. Y no hay cuidador ni voluntaria que se resista a esta tierna manera de llamar nuestra atención.