Nada más llegar al Santuario, Baya ha intentado caminar. Y con un poco de ayuda… ¡lo ha conseguido!
No deja de sorprendernos en cada momento. Porque, de verdad, no os hacéis una idea del problema que tiene en las articulaciones.
Pero ella desea tanto vivir
Por eso le vamos a ayudar en todo lo que podamos. Vamos a ser sus piernas y sus manos para que pueda disfrutar de su vida.
Pero ahora lo más importante es que se recupere del todo, se adapte al Santuario y gane un poco de movilidad.
Como os contábamos ayer, sus edemas han desaparecido casi por completo, pero la artritis séptica que afecta a todas sus articulaciones aún está activa. Una de ellas está perdida, y es posible que haya que amputarle una manita.
Eso, para una cerdita que llegará a los 300 kgs, es algo que le va a complicar mucho su existencia. Así que imaginad el enorme trabajo que tenemos por delante para conseguir que la condición de la pequeña Bayita no determine sus posibilidades y derecho a vivir.
Al fin y al cabo ella está así porque en las macrogranjas tratan a los cerdos como si fuesen objetos y no les dan atención de ningún tipo. Ella no eligió enfermar. Bayita solo desea vivir y ser feliz. Y lo demuestra cada día con sus increíbles ganas de luchar.
Si queréis amadrinarla y darle vuestro apoyo para que no recorra sola este duro camino de lucha que le queda, ya podéis hacerlo