Os presentamos a Tambor.
Le encontraron medio muerto, literalmente. Era un gazapo, un bebé de conejo silvestre, y había perdido un ojo. No tenía ninguna posibilidad de sobrevivir. Le llevaron al Hospital Veterinario Animales y le sacaron adelante. Una voluntaria del Santuario, la persona que lo rescató, cuidó de él hasta que ha podido venir y ahora va a recuperarse en el Santuario.
¡Es una preciosidad!
Cada rescate, cada oportunidad que le damos a alguien como él hace que nuestros gastos se incrementen y nuestra carga de trabajo aumente. Y a cambio él, y cada uno de los más de 300 animales que hemos rescatado, tienen una segunda oportunidad para ser felices y tener una vida digna.
Por favor, ayúdanos.
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La fundación Santuario Vegan es un centro de rescate y recuperación de animales considerados de granja, víctimas de la explotación ganadera, abandono o maltrato.
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