Orejas y Tambor ya están juntos al fin… y han conectado súper bien. Ha pasado mucho tiempo, pero los dos ya tienen un compañero que será su familia.
A Tambor, que finalmente es Tambora, la trajeron porque le encontraron muy enferma y sin uno de sus ojos.
Era una bebé de un mes de conejito salvaje. Sin su ojo iba a tener mucha desventaja en el campo y pronto la matarían.
Orejas es más pequeño y es chico. Orejas es un bebé de conejo salvaje que apareció en el santuario mientras se lo querían comer unas urracas al estar muy débil y tener una herida terrible con el hueso expuesto en una pierna. Estaba completamente deshidratado y extremadamente débil.
Los bebés de animales salvajes mueren la mayoría al poco de nacer por muchísimos motivos. Y como los gatitos, cuando nadie les ayuda su vida es muy breve y de muchísimo sufrimiento. Orejas y Tambora tuvieron muchísima suerte de que pudiéramos ayudarles. Seguramente eran unas de sus primeras salidas al exterior.
