¿Os acordáis de Gali y de Ebro ¡Pues mirad cómo han crecido!
Edu, que fue el papi de ambos y les crió de pequeños, sigue teniendo con los dos una relación muy especial.
Aunque si lleva comida van las demás cabras de ese recinto, y así os las presenta a todas.
Rescatamos a Galicia tras ser abandonada al norte de Madrid. Estaba enferma pero con los cuidados que le dimos y el amor incondicional de su papi se recuperó.
Y a Ebro le abandonaron atándole en un árbol de un parque de la ciudad de Toledo.
Ahora los dos son felices con su familia de cabras y sus cuidadores que les quieren.