
Por mucho que crezca, Quejigo sigue siendo un bebé.
Apareció abandonado y aquí ha encontrado una familia humana y no humana. Tiene una hermana mayor llamada Flor, un amigo llamado Madroño y una hermana que le mantiene un poco a raya llamada Menta. Vamos, una más de tantas familias…
Pero, sobre todo, y lo más importante para nosotros, Quejigo es feliz aquí.