Estamos muy contentos porque Ricki está llevando muy bien el calor del verano, y eso que este fin de semana hubo una ola de calor intenso.
Su nuevo dormitorio está en la mejor zona de todo el Santuario, y es necesario porque los cerdos son muy sensibles a los golpes de calor. Si son mayores aún más y si, además, tienen problemas de movilidad, es un riesgo muy probable y hay que ser extremadamente cuidadosos.
Ricki llegó al santuario hace ocho años cuando era un bebé muy enfermo. Hace unos meses quedó paralizado del tercio posterior. Desde pequeñito hemos tenido que cuidar de él y ha vivido con curas constantes y algunas limitaciones. Sin embargo os sorprendería lo feliz que es, siempre sonriendo y disfrutando.
Los cerdos como Ricki nunca pueden llegar a envejecer porque van a llegar Matadero con seis meses. Ricki es ya un abuelito, muy afortunado.
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La fundación Santuario Vegan es un centro de rescate y recuperación de animales considerados de granja, víctimas de la explotación ganadera, abandono o maltrato.
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