La sonrisa de Ricki es una de las más bonitas del Santuario.
Da igual su condición, el abuelete Ricki siempre se siente feliz porque aún recuerda de dónde fue rescatado y el destino cruel y brutal que le esperaba allí.
Ricki tiene parálisis del tercio posterior, pero cada día nos esforzamos para que tenga la mejor calidad de vida que podamos darle y siga disfrutando de esta segunda oportunidad que tan pocos cerdos tienen la fortuna de poder vivir.
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La fundación Santuario Vegan es un centro de rescate y recuperación de animales considerados de granja, víctimas de la explotación ganadera, abandono o maltrato.
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