Ucrania ya está de nuevo con sus amigos tras la esterilización. Además. Se ha llevado un biberón, lo que más le gusta del mundo. En el vídeo Laura Luengo Mata os cuenta cómo está.
Ucrania tuvo una bienvenida al mundo muy complicado. Eso provocó que se salvase y pudiera venir al santuario, donde hemos hecho todo lo que estaba en nuestro mano por ayudarle a crecer de forma saludable y sin dolor.
Él nació débil, seguramente no tomó el suficiente calostro o su madre enferma no tendría con la calidad que él necesitaba y eso en bebés siempre son problemas y complicaciones de salud muy graves. Sufrió una parálisis de todo el cuerpo al nacer. Cuando vino ya podía caminar algo, pero tropezaba mucho. Además tenía artritis en las articulaciones y abscesos.
Con los cuidados y mucho cariño, se ha recuperado del todo y ahora es un cabritillo joven y feliz.
