A Ricki le encanta Halloween porque hay muchas calabazas. Y a él le chifla comer calabazas y, sobre todo, que le traigan cosas ricas y le hagan caso.
Ricki está paralizado del tercio posterior desde hace más de un año. Diariamente recibe todos los cuidados necesarios para mantenerse sano y nos esforzamos para que se sienta feliz. Es uno de los habitantes más mimados y más queridos, porque Ricki desea vivir y sin esos cuidados no podría hacerlo.
Esta es, quizás, la parte más importante del trabajo de Fundación Santuario Vegan, la de esforzarnos para que los más vulnerables del grupo más vulnerable, que son los demás animales, tengan las mismas posibilidades que el resto de tener una vida que valga la pena vivir.
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La fundación Santuario Vegan es un centro de rescate y recuperación de animales considerados de granja, víctimas de la explotación ganadera, abandono o maltrato.
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