Compartimos de Laura Luengo Mata:
“Hace poco sacrificaron a un caballo en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 por una rotura de ligamentos y hacía tiempo que quería hablar de esto.
Manu en la foto vive con una fractura del hueso del radio. El radio es uno de los huesos largos de la mano. Una fractura completa y limpia. Podéis imaginar. No se le pudo operar cuando era un potro porque le dejaron con su fractura demasiado tiempo antes de su rescate. Pero necesitó semana de hospitalización y trabajo por parte de los veterinarios para que en esta foto cumpla unos maravillosos cinco años de edad. Su caso es tan excepcional dentro del mundo del caballo que se presentó en el Sicab. El congreso de medicina equina español.
No hicimos nada excepcional. Cuidamos de Manu. Asumimos que no importaba que no pudiera ser montado, nadie lo necesitaba. Solo buscamos lo mejor para él y con el apoyo necesario Manu prosperó y prosperó.
Muchas veces leo apenadamente que se confunde sacrificar un caballo porque es imposible, porque no tendrá calidad de vida cuando lo que se quiere decir en realidad es que será un caballo que no servirá para montar, para el deporte, que proporcionará gastos y quebraderos de cabeza sin tener en cuenta que las recompensa a quien amamos la vida por encima de todo es con creces, mucho más grande.
Manu y su fractura; Juana, la yegua inglesa que competía y quedó coja; Luna con sus ligamentos rotos; Yeti con sus problemas crónicos; Sabanero…
Todos ellos ejemplos de que la vida para un caballo continúa más allá de una fractura, de una ruptura de ligamentos, tendones o incluso una amputación.
Gracias a Tras los muros por el momento”.
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La fundación Santuario Vegan es un centro de rescate y recuperación de animales considerados de granja, víctimas de la explotación ganadera, abandono o maltrato.
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