Acaba de venir Patri y ha revisado a Avellano (y un pequeño edema que se le había hecho en el pecho). Le ha visto muy bien y eso, unido a que le ha robado un poco de comida a Fresno, es suficiente para sentirse feliz por este abuelo que nos da tantos sustos.
Hemos puesto a todos los caballos con tratamiento para la arena por si acaso, ya que nunca solemos tener problemas de cólicos en el refugio y llevamos dos seguidos.
Juana está como siempre y Avellano casi casi. Pero ya sabéis que esto de rescatar animales, especialmente los que desechan los explotadores, implica que siempre vamos a enfrentarnos a sus problemas de salud. Y siempre vamos a hacer lo que sea necesario para ayudarles.
