
Ivana y Haryana fueron rescatadas juntas. Las mantenían en una cuadra, a oscuras , con una cadena de un metro cada una en una esquina donde no podían tocarse.
Las vacas son increíblemente familiares, y necesitan el contacto con otras vacas. Pasan gran parte de su día acicalando y lamiendo a otros miembros de su familia. No queremos ni pensar el sufrimiento psicológico durante 15 años hasta ser rescatadas. Con esa edad y después de robarles innumerables terneros las dos iban a ser enviadas al matadero, pero por suerte pudieron salvarse y venir al refugio.
Ahora disfrutan de lo que durante 15 años se les negó: cuidarse entre ellas y darse cariño, porque solo ellas dos saben lo que han vivido. Ivana y Haryana tienen 18 años, son unas abuelitas y dos hermanas muy queridas en Fundación Santuario Vegan.