
Iraultza fue rescatada en Brunete (Madrid) después del aviso de la policía local. Una cabra vagaba desorientada por la ciudad a riesgo de ser atropellada.
Iraultza estaba muy asustada y se chocaba con los muros y vehículos. Allí nos dimos cuenta que Iraultza estaba ciega y por este motivo debió perder a su rebaño y en mitad de la ciudad no sabía como salir de esa situación que tanto miedo le provocaba.
Iraultza estaba embarazada cuando la rescatamos. El pastor, tras hablar con él, y dado que Iraultza no podía ver, decidió cederla al santuario. A las pocas semanas de su llegada dio a luz a Rosita, una preciosa cabra negra.
Iraultza lo ha pasado muy mal en su vida, tiene pánico de los humanos y no lo ha perdido. Ahora es inseparable de su hija quien es sus ojos. Rosita siempre guía a su madre en el pasto y ella se siente segura junto a su hija. Una preciosa historia de amor de dos cabras que se adoran.