
Lo esencial se ve con el corazón.
Cuando conocimos a Iraultza estaba desorientada y huyendo por un pueblo.
Ella se quedó ciega a causa de una enfermedad no tratada y se perdió del rebaño de una explotación cercana. La policía nos dio aviso ya que había una cabra huyendo por las calles de Brunete, Madrid.
Iraultza pertenece a una raza de cabras lecheras. Son obligadas a quedarse embarazadas y cuando sus hijos nacen son vendidos para el mercado de la carne. Ellas ordeñadas como leche de cabra o para hacer quesos de cabra.
Iraultza significa revolución. Ella escapó de su destino y tuvo a su hija Rosita en libertad. Ahora Iraultza puede llevar la vida que le corresponde bajo sus propios términos: para una madre cuidar de su hija.