Y después de días tan duros de trabajo para recuperarse, a descansar en su cunita para bebés vulnerables que necesitan muuuuchos cuidados y muuuucho amor. Y a tener sueños corriendo libre en un prado infinito en el que, si se cae, tendrá un “ángel guardián” que la levantará.
Sus edemas han desaparecido casi por completo, pero la artritis séptica que afecta a todas sus articulaciones aún está activa. Una de ellas está perdida, y es posible que haya que amputarle una manita. Eso, para una cerdita que llegará a los 300 kgs, es algo que le va a complicar mucho su existencia. Así que imaginad el enorme trabajo que tenemos por delante para conseguir que la condición de la pequeña Bayita no determine sus posibilidades y derecho a vivir.
Al fin y al cabo ella está así porque en las macrogranjas tratan a los cerdos como si fuesen objetos y no les dan atención de ningún tipo. Ella no eligió enfermar. Bayita solo desea vivir y ser feliz. Y lo demuestra cada día con sus increíbles ganas de luchar.
Si queréis amadrinarla y darle vuestro apoyo para que no recorra sola este duro camino de lucha que le queda, ya podéis hacerlo.
A ella le hará inmensamente feliz y a nosotros nos dais los medios para hacer por ella todo lo posible.
Nuestra pequeña se merece esta segunda oportunidad.
