Curro lleva varios años en el Santuario y es ya un gallo veterano.
Los gallos son seres muy emocionales y disfrutan del cariño y el afecto como cualquier otro animal. Curro es un gallo de una raza “para carne”. A los animales considerados de granja se les conoce por lo que se va a sacar de ellos, lo cual es terrible.
Millones de diferencias, de sutilezas y de emociones se reducen a que su destino era convertirse en un trozo de carne. Por suerte se salvó cuando, por algún motivo que nadie conoce, apareció en una calle de Vallecas siendo un pollito.
Hoy Curro es un gallo adulto, ya entrando en la fase crítica debido a la selección a la que han sido sometidos los gallos como él que les provocan numerosos problemas de salud, especialmente cardíacos. Pero él se encuentra bien y le encanta acercarse a las cuidadoras mientras le hacen la cura a Rodolfo.
Cada rescate, cada oportunidad que le damos a alguien como él hace que nuestros gastos se incrementen y nuestra carga de trabajo aumente. Y a cambio él, y cada uno de los más de 300 animales que hemos rescatado, tienen una segunda oportunidad para ser felices y tener una vida digna.
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La fundación Santuario Vegan es un centro de rescate y recuperación de animales considerados de granja, víctimas de la explotación ganadera, abandono o maltrato.
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