
¡Nogal es tan bonito!
Tiene 28 años y la cara llena de canas. Y aún así se comporta muchas veces como un joven caballo porque su compañera, Juana (mucho más joven que él) le da la vida y la ilusión.
Cuando llegó se comportaba como un anciano algo desganado. Pero desde que conoció a Juana ha cambiado muchísimo y para mejor.
Es de lo más hermoso del mundo, verles reconstruir sus vidas, junto a otros que también lo necesitan, aquí en Fundación Santuario Vegan.