Sakura es muy inteligente.
Desde que era muy pequeñita, si recordáis, salía corriendo a saludar a todos los cerdos grandes para que la aceptaran en el grupo.
Y a veces se frustra, como en este vídeo. La charca está llena de cerdos divertidos y enormes como Carlota, Anita y Agustín y a ella le gustaría estar en todo el medio. Pero no la dejan y Sakura se tumba a una distancia prudencia pero sin parar de mostrar su enojo protestando.
Los cerdos cuando se les deja, tienen sociedades muy complejas. Los cerdos más ancianos son los de mayor rango y enseñan a los más jóvenes como Sakura a comportarse y mantener las formas.
Estamos muy felices porque todos los cerdos ayudan en la crianza de nuevos bebés y es muy bonito ver como se relacionan entre ellos.
Esta es la vida natural que los cerdos deberían tener, una vida de grupo y no encerrados en jaulas en granjas donde apenas pueden moverse, explorar ni relacionarse de forma natural con otros cerdos.