Cada uno de los cerdos de este vídeo pesa 400 kilos. Ellos son cerdos rescatados de granjas, que como Eneko ya tienen 8 años o Pancho que es mucho más joven.
Lo que más sorprende a la gente es ver lo enormes que son y a la vez son como tiernos cachorros. Y se ponen muy contentos cuando Laura Luengo se tumba junto a ellos.
Porque esta es la única manera de comerse un cerdo: a besos.