Cambiar el vendaje a Catalina es lo más entretenido que se puede hacer en el Santuario, porque Sofía no se separa de ella, y Lucia y Arce no paran de juguetear por alrededor, mientras Sandrita se aparta a un lado para descansar de tanto bebé.
Los cuidados son parte fundamental de un Santuario. Los de los más vulnerables, ancianos con problemas por la edad y bebés que han nacido con algo que les hace dependientes. Un Santuario es el único lugar del mundo donde seres como ellos pueden vivir.
Sofía y Lucía son dos cabritas de un mes de vida que nacieron con hemimelia radial y no les servían a sus explotadores.
El día que fuimos a por ellas a Málaga (tras el aviso), Violeta acababa de nacer 2 horas antes, también con discapacidad, y nos ofrecieron llevárnosla también porque “no les servían ni para carne”
Cada ayuda, cada socio y socia nos permite poder ayudar a animales que, si no les ayudamos nosotros, nadie más lo hará.
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