



Imagen anterior
Imagen siguiente
Desde que hemos hecho la charca más grande, Libertad está disfrutando como nunca.
Libertad vino con dos meses de vida de una granja. Vivía en una jaula y había sufrido una rotura de pierna. Se le desvió hacia arriba de forma que la palma la tenía a la altura de su cara. Y además la tenía rotada, así que apuntaba hacia atrás. En fin, que os podéis imaginar el dolor brutal que sufría.
Cuando la rescatamos tardó meses en recuperar la salud como para poder operarla. La cirugía tenía pocas posibilidades, así que decidimos que lo mejor era romperla y recolocarla como una pata de palo. Y aunque al principio iba bien, con el tiempo fue perdiendo movilidad. Por suerte los baños los disfruta como cualquier otra oca, y es ahí cuando se siente realmente feliz.