Avena ha crecido estos días y ha entendido que ahora sus cuidadoras son como su mamá, así que directamente se sube a la mano para notar su contacto y comer recibiendo el cariño que todo bebé necesita.
Hay que ser muy cuidadosos y pacientes y, poco a poco, van llenando sus pancitas de comida para poder sobrevivir a esa dura etapa en la vida de todo animal como ellas.
Es una ratita bebé que su madre ha perdido, o ella ha muerto. Llevamos varios días asistiéndola y la estamos cuidando. Las ratas son unas grandes incomprendidas, y cuando las conoces no solo cambia la forma en que las ves a ellas, sino que, también, cambia la forma en que ves el mundo.
Toda vida importa.