Este invierno está siendo muy duro en santuario vegan. Cuidamos de muchos animales muy ancianos que superan los 10 o 12 años de edad y con problemas crónicos.
En el último mes hemos tenido que enfrentarnos a varias despedidas que aún estamos aceptando. De animales que requerían muchísimos cuidados diarios por su edad y que nos han dejado.
Julieta era una de las ovejas más longevas del santuario con 15 años de edad. Pese a que sufría problemas metabólicos que habíamos detectado en la última analítica de revisión fue evolucionando muy bien con el tratamiento. Sin embargo su corazón falló y murió en los brazos de Nukha, su cuidador, sin que pudiéramos hacer nada.Rescatamos a Julieta hace 10 años porque la estaban dejando morir por una grave mastitis. Aquí tuvo a sus hijos en libertad y pudo criar a sus hijos Malcolm y Susi, ya viejecitos como ella. Julieta era amor, una de las ovejas más agradecidas del mundo. Adoraba a las personas y nos llenaba de caricias y amor. Vuela alto Julieta.
Leah fue una corderita preciosa que encontraron perdida y mamando de un árbol. Leah tenía ya nueve años. Desgraciadamente Leah tenía una enfermedad crónica de la que no existe tratamiento:la neumonía progresiva ovina, un virus debilitante que afecta a los pulmones. El último año Leah lo estuvo haciendo muy bien con los tratamientos pero hace un par de semanas entró en insuficiencia respiratoria y no pudimos hacer nada más por ella que ayudarle a descansar.Amelia, junto con Fermin, era una de las cabritas más ancianas del santuario con 14 años. La rescatamos después de que unos perros la atacaran a ella y a su hija y la estaban dejando morir. También tuvo en libertad a sus hijos Domingo y Bimba. Amelia tuvo siempre muchos problemas de salud. Hemos estado cuidando de ella hasta el último momento, hasta que no ha podido más y en nuestros brazos, y entre lágrimas, la hemos ayudado a marchar en nuestro último acto de amor con ella.Cada vez que un habitante muere es un golpe muy duro. Sin embargo, decenas de animales nos necesitan. Especialmente los abuelitos como ellas y los que necesitan cuidados especiales. No tenemos tiempo para el duelo a veces, o para asimilarlo, y te vuelcas en los que están.
Descansad en Paz preciosas, después de una vida don dignidad. La que merecíais.
