



Así es como, cada día, Fresno y Algarrobito esperan a que Avellano salga de su dormitorio y se vaya con ellos.
Luego Algarrobito va más a la suya porque no lleva muy bien esa amistad tan profunda entre Fresno y Avellano. Pero en el fondo le encanta estar siempre el primero y saludarle cuando pasa. A Fresno, por el contrario, le ha devuelto la vida tanto como él a Avellano. Desde que se juntan solo se separan para dormir.
Los animales aman a sus amigos y tienen muchísima impaciencia cuando se van a juntar de nuevo, aunque solo se separen para dormir.
Autor
-
La fundación Santuario Vegan es un centro de rescate y recuperación de animales considerados de granja, víctimas de la explotación ganadera, abandono o maltrato.
Ver todas las entradas