Después de que operasen a Pies Rápidos, Ione y Raquel le cambian los vendajes y revisan sus heridas constantemente (y al resto de habitantes con vendajes).
Es uno de los supervivientes del brutal abandono de miles de pollitos de días de vida en la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas. Dejaron que la mayoría muriese de aplastamiento (estaban apilados en cajas y palés), frío o hambre.
Es de una raza de engorde conocida como “broiler” que es una selección atroz en la que crecen tanto y tan rápido, que desarrollan muchísimos problemas de salud. Para que os hagáis una idea, con 41 días de vida pesan lo mismo que un gallo adulto. Como si un bebé humano pesase 70 kgs con 3 años de edad.
A la industria poco le importa ya que nunca viven lo suficiente como para que se vea. Excepto cuando son rescatados.
El peso es muy elevado cuando llegan a adultos y eso provoca mucha presión en sus pies y les salen úlceras. Ahora Pies Rápidos va a requerir muchas curas diarias y cuidados, pero ya en el Santuario.
Cada rescate, cada oportunidad que le damos a alguien como él hace que nuestros gastos se incrementen y nuestra carga de trabajo aumente. Y a cambio él, y cada uno de los más de 300 animales que hemos rescatado, tienen una segunda oportunidad para ser felices y tener una vida digna.
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La fundación Santuario Vegan es un centro de rescate y recuperación de animales considerados de granja, víctimas de la explotación ganadera, abandono o maltrato.
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