


Imagen anterior
Imagen siguiente
Bonita ya está haciendo vida normal y sale de su dormitorio todo el día como el resto.
Poco a poco está ganando fuerza y mejorando su coordinación. Además aprovecha cualquier descuido para colarse en todas partes y buscar un poco de comida o atención.
Bonita es una cabra que llegó paralítica al hospital veterinario de la universidad de Extremadura. Allí, las veterinarias y Beatriz Fuentes, que a tantos animales del santuario ha ayudado, lo dieron todo por ella. Le hicieron una resonancia y una complicada cirugía pero Bonita no volvía a andar. Después de meses y en su desesperación al no poder ayudarla decidieron probarlo todo y meter a bonita en la piscina de hidroterapia del hospital. Os podéis imaginar la alegría el día que entraron a su box y Bonita estaba de pie.
Bonita, aunque tiene un andar característico y necesitará muchos cuidados, necesitaba ahora una familia, no un hospital. Una vida con más cabras y seguir rodeada de cuidados y cariño.