Así de precioso es un bebé de ratita. Después de tomarse su papilla, Avena, que así le hemos llamado, siempre se queda en las manos de sus cuidadoras para sentir el cariño que tanto necesitan de su madre.
Hay que ser muy cuidadosos y pacientes y, poco a poco, van llenando sus pancitas de comida para poder sobrevivir a esa dura etapa en la vida de todo animal como ellas. Es una ratita bebé que ha perdido a su madre o ella ha muerto.
Llevamos varios días asistiéndola y la estamos cuidando. Las ratas son unas grandes incomprendidas, y cuando las conoces no solo cambia la forma en que las ves a ellas, sino que, también, cambia la forma en que ves el mundo. Toda vida importa.
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La fundación Santuario Vegan es un centro de rescate y recuperación de animales considerados de granja, víctimas de la explotación ganadera, abandono o maltrato.
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