Eneko y Moiro disfrutando de los mimos.
Eneko fue rescatado con dos semanas de vida. Lo iban a utilizar para entrenar perros de caza. Moiro apareció atropellado. Le rescatamos y perdió un ojo pero salvó su vida. Y los dos son puro amor.
No hay diferencia entre un gato y un cerdo. Más allá del aspecto exterior, en lo esencial somos todos iguales.
Por favor, ayúdanos a cubrir la deuda de casi 7000 € que acumulamos el último mes de gastos veterinarios y así podamos seguir atendiendo a los habitantes del Santuario como se merecen.
