¡A Sabanero se le pone una carita de amor cuando Rita le hace caso!
El otro día Laura Luengo Mata le estaba acariciando y Rita, como siempre, se puso celosa y se acercó. Pero últimamente, en vez de echar a Sabanero lo que hace es llamar su atención. Y a Sabanero, que le encantan las caricias, le cambia la cara cuando siente el contacto de Rita.
Pensad que Sabanero estuvo en una finca sin más burros durante muchísimo años. Recibía tan pocos cuidados que los cascos le crecieron tanto que parecían babuchas pero, además, le crecían hacia los lados. Y eso le ha deformado las articulaciones y le cuesta caminar. Así que os podéis imaginar también el cariño que había recibido antes de ser rescatado.
Los burros son una pasada, encantadores y amorosos. Se merecen llevar la mejor vida.