Ya sabemos que últimamente no paramos de hablar de Sabanero pero nos tiene completamente enamorados.
A última hora de la tarde, cuando ya todos han cenado le encanta que Laura vaya a verle. Va andando muy despacio y deja caer todo el peso de su cabeza para que se la llenen de besos.
Quizás esto no os parezca gran cosa pero para Sabanero que vivió durante años y años el maltrato y ninguna atención lo es todo. A Sabanero lo maltrataban en una finca donde encontraron cadáveres de animales. Le habían dejado crecer tanto sus cascos que sus manos se deformaron. Por eso cuidamos tanto sus manos y sus cascos para que nuestro niño no sufra dolor por el infierno que paso. También recibe medicación para el dolor crónico. Y para él esto es el cielo. Amigas, un montón de comida, heno para tumbarse, y los besos y abrazos de quien no dejará que nunca más le hagan daño.